La asertividad es la habilidad de expresar tus pensamientos, sentimientos
y percepciones, de elegir cómo reaccionar y hablar por tus derechos cuando es
apropiado. Por ende es la capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin
dejarse manipular ni manipular a los demás. Esto lleva a elevar tu
autoestima y a ayudarte a desarrollar autoconfianza para expresar aquello que
desees a los demás.
Los
comportamientos asertivos suponen saber defender las propias necesidades frente
a las exigencias de los demás sin llegar a utilizar comportamientos agresivos o
violentos. La asertividad está en medio de los
comportamientos agresivos y pasivos o inhibidos.
Esta habilidad consiste en crear las condiciones que nos permitan
conseguir todos y cada uno de los siguientes objetivos: eficacia (conseguir lo
que uno se propone), no sentirse incómodo al hacerlo, ocasionar las mínimas
consecuencias negativas para uno mismo, para el otro, y para la relación en
situaciones en que se pone de manifiesto un conflicto de intereses, y en
situaciones de aceptación asertiva, establecer relaciones positivas con los
demás.
Existen tres tipos de conductas:
- CONDUCTA PASIVA: consiste en no comunicar lo que se desea o hacerlo de una manera débil,
con demasiada suavidad o timidez, ocultando aquello que realmente uno piensa. Una
persona con esta conducta, no defiende sus propios derechos, por lo que respeta a
los demás pero no se respeta a sí misma. "Lo que yo piense o sienta no
importa”, "si digo lo que pienso los demás se molestarán conmigo"… Sus
sentimientos suelen ser frecuentemente de frustración, impotencia, culpabilidad
y baja autoestima, ansiedad y temor. Sus comportamientos son inseguros:
vacilaciones, bajo volumen de voz, bloqueos y silencios. Cuando ya no puede más
puede experimentar "explosiones" agresivas bastante incontroladas
resultado de la acumulación de tensiones.
- CONDUCTA AGRESIVA: la persona agresiva defiende sus derechos de forma excesiva, no respetando
a los demás y frecuentemente generando conflictos por este hecho. Carece de habilidades
para relacionarse con la debida "sensibilidad" o empatía. Sus
esquemas mentales son del tipo: "Si no soy fuerte los demás se
aprovecharán de mi", "Lo importante es conseguir lo que yo
quiera"… Sus sentimientos suelen ser de enfado, sentimiento de injusticia,
soledad y abandono, baja autoestima, frustración y falta de control. Contacto
ocular desafiante, cara tensa, tono de voz elevado, interrupciones y habla
tajante.
- CONDUCTA ASERTIVA: consiste en poseer la habilidad para transmitir y recibir los mensajes de
sentimientos, creencias y opiniones de una manera honesta, oportuna y
respetuosa. Una persona asertiva es una persona con necesidades, con el deseo
de expresar abiertamente lo que siente, piensa, honestamente. Sabe respetar a
los demás sin dejar de respetarse a sí misma. No pretende entrar en el esquema
de ganar o perder en la relación con los demás, sino en ¿cómo podemos llegar a
un acuerdo favorable para ambos? Su manera de pensar es más racional, actuando
de forma más adaptativa a su vida y circunstancias. Sus sentimientos son más
estables y controlados que los de las personas pasivas o agresivas y derivado
de todo esto su sentido de autonomía, autosuficiencia y autoestima es elevado.
Aquí un
ejemplo imagina que alguien te pide el coche y no deseas prestarlo:
1. Conducta pasiva: "bueno... te lo presto..."
2.
Conducta agresiva: "¡no me da la gana de
prestártelo!"
3. Conducta asertiva: "lo siento, pero no acostumbro
a prestarlo"
Esto no quiere
decir que cada cual seamos o tengamos un tipo de conducta determinado y ya,
sino que todos tenemos en mayor o menor grado algo de cada tipo y que la
ponemos en práctica en función de las situaciones y/o personas con las que
interactuamos.
Para facilitaros la detección de conductas asertivas, os dejo unas
características de dichas personas y conductas para que la identificación
favorezca en vosotros esta habilidad.
a. Respetarse a sí mismo: concebirse a sí mismo como un ser humano con
energía limitada que necesita cuidarse.
b. Respeto por los demás: que los otros sean concebidos como seres
humanos tratados con dignidad y respeto.
c. Ser directo: garantizar que los mensajes transmitidos sean los
suficientemente claros, sencillos y precisos.
d. Ser honesto: la capacidad de comunicación se ve limitada cuando se
niegan o se minimizan los verdaderos sentimientos y se recurre a la mentira.
e. Ser apropiado: tomar en cuenta no sólo lo que se dice o escucha, sino
el contexto y el tiempo en que ocurre.
f. Control emocional: encauzar las emociones para que éstas no lleguen a
niveles de intensidad que provoquen reacciones ineficientes.
g. Saber decir: depende del objetivo que se persiga y del proceso y la
estructura del mensaje asertivo.
h. Saber escuchar: proceso activo que requiere un esfuerzo para
comprender lo que los demás quieren transmitir.
i. Ser positivo: reconocer e informar a los demás que hay un intento por
beneficiar y ayudar.
Existen
causas por las que probablemente muchos de nosotros no tengamos desarrollada la
asertividad. Puesto que las personas crecemos y somos educadas en un entorno
determinado y muy diferente al resto, también tenemos un bagaje diferente en
todo lo relacionado a cómo ver el mundo, vivirlo, salir adelante…
En
ocasiones los padres o cuidadores han podido castigar comportamientos
asertivos en el niño de manera directa con amenazas, reprobaciones,
privaciones, o de manera indirecta generándole una serie de normas o
valores morales donde no está permitido ser asertivo ("los niños buenos no
responden a sus padres"); quizás ha podido suceder lo contrario, no han
castigado estos comportamientos, pero tampoco los han reforzado con lo que el
niño no ha aprendido a valorarlos.
Otra posible causa sería que el niño no ha sido capaz
de reconocer las señales de valoración de los demás por sus comportamientos
asertivos (como las sonrisas o los gestos de simpatía o aprobación) por lo que
no reconocerá el valor de desarrollarla. En otras ocasiones la persona obtiene más
refuerzos por sus conductas pasivas/sumisas, con lo que es contraproducente
para su desarrollo. Tal es el caso de la persona tímida y complaciente que con
ello consigue: el apoyo, la atención y la protección de los demás, la
consideración y aprobación como "bueno", "responsable" o
"admirable". El caso
contrario también se hace latente, personas que obtienen más
refuerzos por sus conductas agresivas: atención de los demás, sentir la
satisfacción de ser superior a otros, conseguir lo que quiere. O simplemente
que la persona no ha desarrollado habilidades sociales, por tanto, no sabe
identificar cuáles son los comportamientos adecuados a cada momento o
situación.
Te encuentres en el punto que te encuentres siempre se
puede mejorar, APRENDE A DECIR NO DE MANERA ADECUADA Y SALDRÁS BENEFICIADO!!