"Cuando
las personas sienten que se hallan ante una oportunidad única, intensifican su
intención y su atención es plena"
"Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir
siempre" (Mahatma Gandhi)
Cada
mañana, antes de iniciar nuestra actividad podemos preguntarnos: "Si hoy
fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de
hacer?". Si durante varios días seguidos la respuesta ha sido
"no", señal de que algo debemos cambiar. Nos resignamos a realizar
actividades que no nos llenan y posponemos conversaciones, encuentros y
acciones que son más esenciales. Si viviéramos como si fuera nuestro último
día, seríamos más osados, diríamos lo que queremos sin vergüenza, sin
reprimirnos.
Todos
aquellos temas, mensajes, ideas y sentimientos que queremos transmitir a
alguien, pero aún no lo hemos hecho, suponen una carga interna. Comunicar lo
esencial y lo que tiene sentido a personas que queremos y que son importantes
para nosotros es un acto de amor y de consideración. Cuando dejamos temas
pendientes y posponemos conversaciones, acumulamos en nuestro interior una
carga que nos impide vivir el presente con plena libertad.
No permitas
que tu mente siga poniendo excusas. ¿Qué tienes que decir? ¿Qué te gustaría
aclarar? ¿Con quién? Hazlo pronto. Vivir sin conversaciones pendientes despeja
el camino, mantiene la conciencia tranquila y el corazón en paz.
Muchos
aspectos (expectativas externas, el orgullo, el miedo a la vergüenza, al
ridículo o al fracaso) se desmoronan ante la muerte. Si viviéramos hoy como si
fuera nuestro último día, seríamos conscientes de que nuestro tiempo es
limitado. Por eso es importante no perder el tiempo viviendo en función de la
vida del otro, de sus expectativas, de sus imposiciones o sus opiniones. No te
quedes atrapado!. No permitas que las opiniones de otras personas o tus propios
miedos ahoguen tu propia voz interior.
¡Ten el
coraje de seguir tu intuición!. ¡Vive cómo si fueras a morir mañana!
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